La familia es lugar de socialización, de educación y de aceptación de uno mismo. Donde una persona es querida por lo que es y se le acepta como es. La valoración de la imagen que el niño va haciendo de sí mismo depende de la forma en que va percibiendo que cumple con las expectativas de sus padres, en cuanto a la consecución de metas y conductas que esperan de él.

Cada niño es único y debemos considerar su temperamento, habilidades, debilidades, deseos y nivel cognitivo a la hora de comunicarnos con él y educarle.
También en la familia pueden establecerse patrones que afecten negativamente la autoestima de nuestros hijos, por ejemplo una educación permisiva por parte de los padres, que en ocasiones queremos evitar la discusión con nuestros hijos y les concedemos lo que nos piden sin reparar en que esta conducta les puede dañar su autoestima.
Los padres hemos grabado el modelo educativo que recibimos y lo reproducimos sin cuestionar si es o no el más adecuado. Cuando nos hemos educado en un ambiente familiar donde había descalificaciones por parte de nuestros progenitores es habitual que reproduzcamos este modelo con nuestros propios hijos, en ocasiones de forma inconsciente. Es importante preguntarnos cuál es el modelo de educación que hemos recibido y plantearnos el modelo que queremos transmitir.
Analizar nuestro nivel de conocimiento como personas y padres, y la propia autoestima, fortalecerla y cuidarla nos llevará a poder transmitir a los demás una imagen positiva de nosotros mismos como paso previo para fomentar la autoestima en nuestros hijos.
El lenguaje y la comunicación que utilizamos son muy importantes. La autoestima que un niño pequeño tiene proviene en gran medida de lo que oye, le dicen y de esos mensajes repetitivos que recibe y que más tarde se dice a sí mismo.
Sé su ejemplo
- Transmitirles confianza y afecto.
Es importante demostrarles que confiamos en que ellos pueden lograr lo que se propongan (dentro de los límites razonables por su edad) y que les dejemos el espacio para que ellos lo realicen sin duda aumentará su autoconfianza y, por el contrario, si se le impide realizar algo, se producirá un quiebre en su confianza que quedará limitada.
Inculcarles el valor del trabajo y el esfuerzo, como bases para conseguir cumplir las metas.
- Permitirles probar y fallar
Aquellos pequeños que no hacen nada por su propia cuenta acaban teniendo problemas de autoestima. Si no les dejamos probar ellos lo interpretan como una falta de capacidad por su parte, y dejaran de intentarlo.
- Alentar sus ganas de superarse
Esto aplica para todos los ámbitos: educativo, deportivo, humano etc.
Un niño que aprende desde pequeño la importancia del esmero para ser mejor y progresar, contará con una gran herramienta para el resto de su vida.
- Valorar su opinión y dejarlos participar
Un niño que no es escuchado y al que no se consulta a la hora de tomar decisiones, verá perjudicada su formación de la autoestima. Es recomendable preguntarle qué siente, qué opina y que le gustaría hacer cada vez que se debe tomar una decisión. El debe escoger qué deporte practicar, qué clases extracurriculares tomar y decisiones de este tipo. Es muy difícil que un niño que no tiene poder de decisión en su propia vida tenga una imagen positiva de si mismo.
¿cuales son nuestros errores más comunes que afectan a la formación de su autoestima y que debemos evitar?
- Sobreprotección
Es el reflejo de la inseguridad de los padres. Sus consecuencias pueden ser timidez, dependencia, introversión, inseguridad, y falta de confianza en si mismo, entre otras.
- Minimizar logros
Valora sus objetivos cumplidos, y no digas que algo “es muy fácil” cuando él no lo pueda hacer.
- Resolver todos sus problemas.
Al hacerlo no desarrollará la capacidad de sobreponerse a las dificultades. Y lo que es peor podría considerarse incapaz de superar cualquier obstáculo que se interponga en su camino.